domingo, 17 de marzo de 2013

cosas que se pierden con la edad.





Mi padre no acostumbra a desayunar en casa, toma un par de vasos de agua al levantarse, y después de arreglarse sale a la calle para tomar un café y leer la prensa. Pero a veces mi padre antes de marchar busca un chocolate con almendras que esconde mi madre. Todo el mundo sabe donde está escondido el chocolate, pero mi padre entra en la cocina cuando nadie está, abre el mueble alto pegado al lado del frigorífico, y detras de unas ensaladeras grandes, junto a unas bandejas de acero, está escondido el chocolate.
Mi padre coge la tableta; quita del envoltorio de papel, desenvolviendo sin hacer apenas ruido el chocolate, rompe un trozo, y vuelve a dejar el chocolate donde estaba; y con el chocolate dentro de la boca, dandole vueltas despacito para que se deshaga poco a poco dejando la almendra para el final; sigilosamente desaparece de la cocina como un vil truhan .

Estaba mirando por la ventana las flores que aparecían en los manzanos de la huerta con la entrada de la primavera, cuando me dí cuenta que mi padre llevaba rato dando vueltas por la casa gruñendo.



          - ¿ papa, te pasa algo ? - le pregunté.
          - Nada nada, no te preocupes, hija - me respondió.



Yo seguí tranquilamente pensando en la entrada de la primavera.
Mucha gente no sabe que los manzanos, los almendros, los cerezos ... y la mayoría de los arboles frutales son de la familia de las rosaceas... y todos ellos florecen al comienzo de la primavera.
Reacción y contrareacción.

Ya llevaba mi padre un buen rato dando vueltas por la casa sin marchar y apareció mi madre preocupada : - ¿ marise tu sabes que mosca le ha picado a tu padre que no hace más que dar vueltas por la casa ? .
El tema no era que mi padre diese vueltas por la casa, el tema era que mi padre aún no había desaparecido saliendo a tomar su cafe y leer la prensa como era de costumbre y con ello se estaban alterando las costumbres de mi madre.
Pasó media mañana y mi padre y mi madre iban dando vueltas por la casa gruñendo hasta que llegado un momento en que se encontraron frente a frente en el pasillo, mi padre le soltó a mi madre la siguiente pregunta:
    - Dolores de marise - * el nombre de mi madre, que por lo escrito hasta aquí se habrá visto que solo se utiliza para los grandes eventos - ¿alguien cambio de sitio el chocolate que tienes escondido en el mueble que está al lado de la nevera ?.

Esa mañana mi padre se había encontrado que no estaba la tableta de chocolate escondida en su sitio. No es que estuviera escondida en otro sitio, simplemente se había terminado.
La mayoría de las veces mi padre que es quien se come el chocolate se acuerda de comprar la tableta al hacer la compra y se la trae a mi madre para que la vuelva a esconder “ en el sitio consabido” , y entre los dos se da el siguiente rito:
    - Toma tu tableta de chocolate, la acabé yo el otro día – le dice mi padre.
    Mi madre le mira poniendo cara de sorpresa: - ¿ y como sabías tu donde estaba escondido mi chocolate ?
    Entonces mi padre se encoge de hombros, no tiene respuesta para ello.
    - ¿ Y como te comes tu mi chocolate ?. Como te vuelvas tu comer mi chocolate … - le regaña mi madre.
    Y mi padre se excusa - ¡ solo quedaba un cachito !.

Al oir la pregunta que le hacia mi padre en el pasillo, que llevaba toda la mañana molestando en la casa, mi madre le miró con fuego en los ojos y le gritó: 
    - ¡ Pues ahora a la tarde vas tener que ir a comprar chocolate y espero que esta vez no te me lo comas todo !.

Bueno, ¿ por donde iba contando antes de que nos interrumpiesen ? . Por lo de los árboles frutales.
No es que a mi me guste mucho la fruta, a mi lo que me gustaba cuando era pequeña, era ir a robar la fruta a los árboles de los vecinos, y si estos salían gritando : - ¡¡ Ahhhhhhhhhhhhh .... malandrines .... !! - y hasta tiraban perdigonadas de sal, mejor.
Cosas que se pierden con la edad. 


s.

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