miércoles, 20 de marzo de 2024

primavera


La verde hierba mostraba el color verde brillante, cargado de vida, de la primavera. El sol pegaba encima de nuestros cuerpos acostados en la hierba, cercanas a unos enebros, verde oscuro, que imprimían su olor en el ambiente. Un poco más apartado, detrás nuestra, había un muro de piedras y barro, cubierto de hiedra. Recién había comenzado la primavera y estábamos llenas de vitalidad contenida antes de llenarse todo de flores.
Desde allí espiábamos a los chicos que estaban en clases de gimnasia, en el otro extremo del campo de fútbol; el campo de fútbol estaba bordado por una pista de carreras con el suelo de tierra roja .
Veíamos a los chicos saltar y bracear con sus pantalones cortos azules y sus camisetas sudorosas. Las demás chicas de la clase, estaban apartadas, sentadas en los bancos de cemento de un campo de tenis; el suelo de la cancha estaba hecho con la misma tierra roja de la pista de correr. Según parecía eran restos de ladrillos defectuosos, triturados, convertidos en arena, que salían del horno de una vieja cerámica local.
Mientras mirabamos desde donde estabamos, Thelma hablaba.
  

    Thelma : - Bueno, pues yo tengo una amiga que tiene varios novios.
      Marise : - Eso no parece una amiga.
      Thelma : - La cosa es que sus dos mejores amigos se le confesaron por separado en secreto y como le cogió de sorpresa, ella le dijo en secreto que si a cada uno.
      Marise : - Nos están mirando.
      Thelma ( continua contando ) : - Y eso no es todo, porque con otro amigo que va a las mismas clases particulares que ella, este le pregunto también si quería salir y por un azar del destino también le dijo que si.
Marise: ¿ Y como pudo ser eso ?.
      Thelma : - Fue sin querer.
      Marise (haciendo señal para los chicos que están en el otro extremo del campo ) : - Mira, mira, parece que el capitán del equipo de fúltbol mira para nosotras.
      Thelma : - Desde allí no puede vernos.
       Marise : - Igual sabe que estás aquí. Ese te tiene echado el ojo, que te mira bien el culo.
      Thelma: - Que asqueroso con lo mal que huele culo. Pues a mi que no se acerque.
      Marise :- Que si. Mira. ¿Ves como mira para nosotras ?.
      Thelma: - Imposible, desde allí no nos puede ver
      Marise : - Para mi que si, que está mirando para nosotras el capitán del equipo. Mira ahora como salta.
      Thelma: - No puede vernos, marise.
      Marise : - Pero viene hacia acá corriendo por la pista del campo de futbol.
      Thelma : - Se estará entrenando, que el fin de semana van jugar un partido de fútbol, fuera. Ya veras como gira y sigue corriendo por la pista.
Pero en vez de seguir por la pista alrededor del campo de fútbol y dar la vuelta, el capitán del equipo de fútbol siguió corriendo recto, en dirección hacia ellas.
      Marise : - Si no lo veo no lo creo. Mira, mira …. si que viene hacia nosotras.
      Thelma : - ¿Y tu que crees que nos querrá ?
      Marise : Pues querrá pedir de salir por la tarde. Podemos hacer como tu amiga y ser cada una su novia.
      Thelma : - ¿Salir con las dos ?. Pues menuda osadía.
      Marise ( sonriendo ) : - Pues ya veras que nos dice.
      Thelma : - Pero, es que yo aún no sé siquiera, si quiero ser mujer.
      Marise : -¿Y que quieres ser entonces?
      Thelma ( dudando) : - Quiero ser un chico.
      Marise : Seas lo que seas, te prometo que yo siempre seré tu mejor amiga.
 

Al llegar junto a donde estábamos, el capitán del equipo de fútbol se plantó frente a nosotras con las manos en la caderas, y mirándonos fijamente nos dijo :
      
      El capitán del equipo : - !Thelma y marise ¡. Dice el profesor de gimnasia que dejéis de estar escondidas en la hierba, espiando a los niños, y que si no teneis clases, os pongáis a correr en la pista, alrededor del campo de fútbol hasta que deis veinte vueltas.
Thelma y Marise, se levantaron de la hierba y después de darse un beso y enseñarle las dos la lengua al capitán del equipo, cogidas de la mano, se fueron a correr para dar las veinte vueltas a la pista de carreras, a su manera.
“ una, dos, ocho, trece, dieciséis, diecinueve y veinte “
Aquel día de primavera  nuestros cuerpos mostraban su esplendor antes de brotar y echar sus flores. Entonces no sabía que se veía mal que a las niñas les gustase leer libros, o llevar pantalones como los chicos, de saberlo hubiera disfrutado más de hacerlo.
mvf


No hay comentarios:

Publicar un comentario