martes, 26 de diciembre de 2017

3 Ensayo sobre la novela de Adelaida



La primera lectura de la novela vino de su mejor amiga, que quiso leer lo que escribió Adelaida Fuertes para criticarla.

El libro, estaba lleno de faltas y además, para la perplejidad del lector, aunque venía escrito en gallego usaba palabras como fiasta o miou  porque  había sido corregido al vuelo por el linotipista, de la imprenta de Albacete, que casualmente era de Tomiño, provincia de Pontevedra.
A  pesar de lo inéditas que pudieran parecer  las frases con las que se expresaban los personajes en la novela

 - ¡Acercate miou que hoy voy hacer una fiasta!
  fueron prontamente famosas en todas las fiastas.

No obstante no queremos despistarnos aquí desviándonos con el uso tan original que se hace del idioma gallego en la novela que queremos pormenorizar.

Adelaida, como en algunas películas de detectivas, se valió de notas de papel pegadas por las paredes de su habitación, que unidas por hilo rojo de lana le servían de guía para calcetar sobre el papel la trama de la novela con una vieja olivetti 32

 
En algún momento, de esta trama los padres decidieron pintar la habitación de Adelaida y cambiar de color las paredes que habían estado sin tocar desde la más temprana edad de Adelaida.

Obligando a la autora a hacer un alto inesperado en la novela, que tuvo que despegar de la pared las notas amarillas que contenían las principales ideas de obra y guardarlas en una caja de zapatos, mientras los pintores hicieran su trabajo. Tardaron menos de un mes.
Cuando ya pasó la brocha y aún no desapareció el olor de recién pintado de la habitación, Adelaida regresó con la caja de las notas y volvió a colocar con celo los papeles amarillas por las paredes, pero al ser de segundas vuelta, como los noviazgos, no fueron vueltos a ordenar debidamente

Esto daba lugar a giros inesperados de la trama en la novela, que obligaban a reflexionar al lector:

  Así a veces entre dos parrafos uno se paraba preguntandose el sentido de lo leido - ¿Me habré equivocado leyendo?

Reflexiones que se iban repitiendo según se avanzaba en la lectura:

-¡Pero si la historia empezaba de otra manera!

y la lectura era como si se siguiera varias conversaciones por el wasap.

 

El misterio en la novela comienza en las primeras hojas del libro:

La victima no se había muerto, la habían matado envenenándola con   unos chorizos rellenos de matarratas, que recibió por paquete exprés. 

Al llegar a la casa del cadáver, la policía se encontró con una fuerte oposición de los vecinos a colaborar como probables testigos porque todo el mundo tenía su teléfono móvil en la mano. Todos declaraban lo mismo:  - alrededor de las horas en que se cometió el asesinato, habían recibido varios correos en sus móviles.

Surgen los primeros momentos de misterio de la novela:

¿ Quien estaba al otro lado del teléfono?

Avanzamos al siguiente capitulo, antes de trasladar a la víctima para su descanso final, con la escena en la casa funeraria; y en el velatorio, por falta de experiencia de Adelaida Fuertes en la novelas detectivescas, se acaba el misterio ya que al ser la única que se presenta maquillada para despedirse de la victima, se desvela quien es la asesina.





mvf.








martes, 12 de diciembre de 2017

Ensayo sobre la novela de Adelaida - NINI II

A la edad de veintidós años Adelaida, como ni estudiaba ni trabajaba, decidió matricularse en un curso de formación profesional básica de administrativo. Y como en ese curso volvimos a coincidir varias amigas que estuvimos juntas en el instituto, para celebrar nuestro encuentro, continuamos burlándonos de ella.

En primavera,  llevábamos una vida normal, del colegio a casa y de casa al colegio y la que más y la que menos había sacado dieces en religión. Faltaba ya un par de meses para junio, cuando Adelaida apareció en el instituto con una caja llena de libros iguales.
Nosotras creímos que quería ser librera y hacerse con algo de dinero para algún trapito, pero el misterio se desveló enseguida.

Mientras nosotras en casa nos quejábamos de que no nos gustaba el pescado o la sopa con fideos gordos y aún no sabíamos freír un huevo,  Adelaida Fuertes, por dar la nota y destacar, decidió escribir una novela.

Después de escribir en secreto su manuscrito, estuvo enviando copias a las editoriales de los libros que leía, algunas de ellas ya no existían desde hace tiempo, y finalmente recibió respuesta de una imprenta de Albacete diciéndole que ellos se encargaban de la corrección en gallego y de la impresión de su primera novela; todo por mil euros. Sin dudarlo ingresó la cantidad en la cuenta que le indicaban, y les mandó la copia del recibo del banco y el manuscrito completo.
 -El origen de los fondos nos es completamente desconocido; alguien dijo que usó el dinero que una tía suya le había dejado al morir, para que llevara una vida normal y fuera a la universidad y se casara.

La primera en comprar su libro fue la profesora de filosofía, como es muy despistada pensó que la venta del libro era para una excursión de clases. La profesora de filosofía se lo contó a la orientadora, que no se lo podía creer de Adelaida, y como erradamente la de filosofía le dijo que la compra era para una excursión ... la orientadora también compró el libro. 
Cuando las dos profesoras estaban en la cafetería, el director les preguntó que leían y cuando le contaron que Adelaida Fuertes había escrito una novela, decidió que la obra escrita por un alumno no podía faltar en la biblioteca escolar ...  y mandó al conserje que le pidiera varios libros para el centro. El conserje fue a buscar a Adelaida y asimismo se compró un libro más para él, por si acaso no fuera tan tonto que no supiera aprovechar la ocasión de comprar un libro, que el día de mañana pudiera ser como las primeras letras de la premiada  Adelaida Fuertes. 
Además, la novela con dedicatoria a las amistades salía por diez euros; todo un chollo, según el conserje. Y como dice mi vendedora local del club de lectoras: todo el mundo tiene un montón de libros en su casa sin leer y uno más no importa.

A última hora de la mañana, como unas habían comprado el libro, lo compramos las otras y Adelaida regresó para casa con la caja vacia.

 
Sorprendida por el éxito Adelaida le dijo a sus padres que esa noche iba hacer ella la cena y toda la familia cenó una gran sartenada de patatas fritas con huevos y ketchup. 



Adelaida en ningún momento puso nada para ninguna excursión.




mvf.