martes, 13 de febrero de 2018

era un mundo frio y viejo



Por la ventana de la clase entraba la primavera en un haz de luz.
La clase, es la clase de literatura castellana de doña Matilde.

Doña Matilde es muy puntillosa y lleva cuentas de todo.
   
- ¡Marise, tienes tres faltas de asistencia!
- No puede ser profesora, este mes solo he faltado dos veces a clases.
 - ¡Tres!.

Marise, sentada al lado de la ventana, se frota el mentón con la mano izquierda, y mientras la vista se le escapa, desde su pupitre, para recorrer las viejas casas de piedra con balconadas y galerias de cristal que hay frente al colegio, trata de recordar.

- A ver, falté a clases cuando fui al dentista; el segundo miércoles del mes hice huelga... y nada más.

- ¡Pues estoy segura de que vine a clases y que falté solo dos veces, doña Matilde!

- ¡Pues piensa bien, que a mi clase no viniste tres días! - le responde sentada doña Matilde, con su libreta encima de la mesa de cerezo.

- ¿Pues usted dirá profe, por qué yo no me acuerdo?

- ¿Y no será que marchaste con alguien y no volviste?

Marise sigue haciendo memoria -  bueno, la otra semana acompañé a Luis al medico.

Doña Matilde repasa su libreta.

- Aquí está. Luis trajo justificante de haber ido al medico el jueves.
¿Y tú, trajiste justificante?
 
- ¡No! – Marise calló
 
Desde la ventana se veía el vallado que delimitaba el recinto del centro. Fuera del recinto estaba el mundo exterior. Era un mundo sin nada nuevo; un mundo por hacer, en el que había que hacerse un lugar a pesar de la protección que daban a los alumnos, con la puerta cerrada del recinto pasada la hora de entrada al colegio.

Marise cogió el bolígrafo y escribió en su libreta:

- Era un mundo frio y viejo,  ... que estaba por comerse a base de disgustos, y de esfuerzos, y de riñas en casa...

Sonó el timbre y todos los alumnos salieron de clases.


- ¡Ainda nos vos dixe que a clase rematou! 

Gritó quedandose sola, doña Matilde y su libreta de alumnos.



mvf.



Siento mucho no estar más aquí, pero a veces
 no puede ser.