y su hermano asintiendo con él, le decía haciendo alusión a la situación : - ¡ si, y ha de ser un santo bien milagrero ! -
martes, 25 de diciembre de 2012
el regreso 11
y su hermano asintiendo con él, le decía haciendo alusión a la situación : - ¡ si, y ha de ser un santo bien milagrero ! -
lunes, 17 de diciembre de 2012
el viaje en el mar 10
Cuando la rusa y los hermanos de la batea estaban asentados en el interior del minisubmarino el furgo, que vigilaba lo que ocurría desde la caseta del improvisado astillero, manipuló el mecanismo que sujetaba la nave y esta, al verse libre, comenzó a moverse, deslizandose suavemente por la rampla de madera que le habían montado para que llegará al agua; y al meterse en ella se produjeron suaves ondas que se alejaron distanciándose, haciendo bailar en el agua el brillo de la luna en la ria.
Entonces cuando terminó completamente la improvisada botadura, la rusa asomó su cabeza por una escotilla, abierta en la parte superior de la nave, y haciendo señas con la mano de que todo estaba bien se despidió de él; después desaparecio dentro del minisubmarino, cerrandose la escotilla.
En un instante se escuchó el suave traqueteo, del motor de gasóleo instalado para navegar en la superficie, y la nave comenzó a moverse. Durante algunos momentos los murciélagos, en su persecución por los insectos nocturnos bajo los árboles que escondían de los ojos ajenos el improvisado embarcadero, trazaron círculos en sus vuelos teniendo como referencia la parte que asomaba de la embarcación en el agua; que iba siendo arrastrada por la salida de las aguas de la ría en la bajamar, conducida hacia el océano.
Los murcielagos y sus vuelos fueron desapareciendo a medida que la nave se alejaba de la orilla hasta que llegado un momento dejaron de oirse sus chillidos quedando la nave sola y el ruido de su motor, en la distancia.
El frio se acompañaba con el silencio de la noche.
Y la danza de las estrellas subiendo y bajando su imagen sobre el agua seguía el ritmo del vaivén de las olas.
Habían pasado dos horas desde que comenzara la aventura, y hacía rato que había desaparecido el brillo de las luces mortecinas de las primeras casas de la costa. cuando se dieron cuenta de que ya estaban en altamar.
Se silencio el motor y nuestros amigos esperaron a la hora convenida.
Al cabo de un rato pudieron ver una luz que se encendía y se apagaba, era la señal del barco que esperaban, para recoger la mercancía. Pusieron dirección hacia la luz que de paso les serviría de guía y reanudaron su viaje.
En el silencio de la noche apenas se oía el leve traqueteo del motor de la embarcación entremezclado con el ruido de agua.
Cuando ya estaban próximos y se habían acercado lo suficiente al barco, pudieron leer su nombre en la proa: el barco se llamaba la hispaniola.
Se tocaron las dos embarcaciones y una cabeza asomó desde la parte superior del casco del barco; el erizo fue el primero que asomó su cabeza por la escotilla del minisubmarino y después de darse las señas convenidas alguien les echó una cuerda para poder amarrar el minisubmarino y les lanzaron una escalera para que encaramandose por ella subieran a la cubierta de a bordo.
Una vez en el barco fueron recibidos efusivamente por la tripulación y un hombre, con un loro en su hombro izquierdo, que dijo ser el capitán, se les acercó y les saludó diciéndoles que no contaba con verles y que por lo que le habían contado sobre ellos y la idea descabellada del sumergible, esperaba que se hubieran hundido en las aguas del océano.
- Quince hombres en el cofre del muerto…
¡Ja¡ ¡Ja¡ ¡Ja¡ ¡ Y una botella de ron ¡.
Cantó el loro, garritando con su voz.
Celebrando todos, la inusitada proeza de los gallegos
lunes, 10 de diciembre de 2012
la radio 2º - 9
Silencio .
lunes, 3 de diciembre de 2012
La radio 8
La radio ya llevaba dando la murga un buen tiempo, pero no había nadie en la vivienda que pudiera importarle; el tío avelino estaba fuera arrastrando una alpaca al establo para darle de comer de comer al ganado.
Locutora - Buenos días, soy maría luisa pájara. ¿ Tiene ud un deseo ? .
Oyente - ¿diga ... ?
-
lunes, 26 de noviembre de 2012
El nautilus 7
lunes, 19 de noviembre de 2012
la piruleta 6
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martes, 13 de noviembre de 2012
el reloj 5
La reanimación no tardó en llegar cambiando del color azulado al color amoratado de los hematomas.
lunes, 5 de noviembre de 2012
la reconciliación 4
Detrás de él, acompañándole, venía la vaca de los de la labrada que le había seguido en búsqueda de su mujer. La vaca mientras esperaba se estaba comiendo mis geranios.
- Buenas -, dijo el anciano, hablando suavemente con su voz ronca. - está tu padre, venía a preguntarle si por casualidad estaba mi mujer en su casa .
En una mano, recordando que alguna vez había hecho la mili, llevaba la boina cogida por abajo, agarrando con los dedos la visera, dejando ver sus uñas recién cortadas ; y en la otra mano asía un ramo hecho de margaritas.
Evidentemente nervioso, el abuelo de los de la labrada continuó: - hubiera venido hacerles una visita acompañado de mi mujer, pero como ella ya había salido antes de casa, y ya que pasaba cerca me dije que podía aprovechar para venir yo y así les saludábamos los dos.
Las margaritas de la mano comenzaban a axfisiarse, no se sabe si por la tensión de la mano agarrotada o por el calor de la tarde.
Respiró profundamente, tomando aire y arrancó :
- Mira marise, yo no sé si está adela, * adela es el nombre de pila de la abuela de los de la labrada, pero si haces el favor le preguntas si está, y si ella dice que no está, le dices que no me importa esperar fuera hasta que ella diga que ya está.
La vaca había dejado mis flores en paz y asomaba la cabeza por la puerta mirando para el recibidor.
Yo, siguiendo instrucciones de mi madre para cuando llegase el abuelo de los de la labrada, - mi madre había llamado a casa de los de la labrada para decirle a la hija, que estuviese tranquila que su madre, adela, estaba en nuestra casa - , opté por dejar entrar al abuelo de los de la labrada, y dejar el animalito fuera, que quedó protestando frente a la puerta, con un largo mugido, al no permitirle el paso. Al entrar el abuelo de los de la labrada. en la cocina de la casa, donde estábamos las mujeres de palique, mi madre le ofreció sentarse y tomar un café con pastitas; era lo que había. El hombre rehusó permaneciendo de pie porque no estaba presente el varón de la casa; costumbres de la educación de mis mayores.
Mi padre, cuando había llegado la visita, estaba aparcando el coche en la parte de atrás de la casa para que se lo robasen por la noche. La costumbre venía de cuando los hermanos de la batea eran jóvenes y le robaban el coche por la noche, para ir a las verbenas de las fiestas, dejándoselo al día siguiente en la parte de atrás de la casa. La primera vez que pasó, mi padre se puso hecho una furia, y decidió dejar el coche cerrado y bien guardado en el garaje.- Muy molesto debía estar porque mi padre no es de los que aparca bien el coche, más bien lo abandona allí donde llega. Pero el coche se lo volvieron a robar igual, y se lo siguieron robando a pesar de todas las medidas que tomaba, durante todas las noches de verbenas, y claro no iba a denunciar a la familia.
Una mañana, al ir a recoger el coche, pudo comprobar que le habían dejado el tanque del vehiculo llenó de gasolina y desde esas fue cuando se estableció una cariñosa relación entre caco y robado.
Como se comunicaban, " los cacos " y mi padre, para saber cuando tenía que dejar el coche para que se lo robaran, era un misterio que ni mi madre había desentrañado aún.
Así que apareció mi padre, él y el abuelo de los de la labrada, que aún permanecía de pie en medio de la cocina, se saludaron efusivamente dándose un apretón de manos, seguidos de un largo abrazo . Y con los saludos Adela se levantó y acercándose a su hombre, delante de todos los de la casa, le dío un enternecedor tirón de orejas a su esposo. Es lo que nosotros entendemos por estas tierras, como un acto de reconciliación de una mujer con su hombre.
Después de la reconciliación, se sentó todo el mundo para tomar unos cafés juntos, hasta que al cabo de cinco minutos mi padre empezó a bostezar, seguido en el mismo comportamiento por la visita, con cortesía .
Adela mirando para su hombre... le dijo : - ¿ no se te ocurrirá echar la siesta aquí ?
El bostezo es el ecuador de la tertulia, separa a los que abandonan, de los que quedan. Los que se van, generalmente disfrutan de la siesta - lo hacen con el consentimiento de los dejados, para no quedarse dormidos en la mesa - , los que se quedan disfrutan de la tertulia, sin hora ni limites de temas. Se habla hasta que se acaba la cafetera, y se hace café hasta que se agota la conversación.
Déjelos, déjelos... adela, que están en su casa - , dijo mi madre , - que vayan los hombres para el salón y ya les ponemos un café allí y nosotras seguimos platicando aquí en la cocina - y a una señal de ella acompañé al genero para el salón y volví para la cocina, diciéndoles que enseguidita regresaría llevándoles el café y una botella de aguardiente.
Mi padre y el abuelo de los de la labrada, se sentaron, uno de cada lado, en el sillón que había para el efecto enfrente de la tele. Y así que se habían arrellenado lo suficiente y puestos cómodos en el sillón, mi padre le dijo a su invitado: - tengo aquí benhur o el puente sobre el rio kwai - , preguntándole cual le gustaría más. Al abuelo de los de la labrada le daba exactamente igual, porque nunca había necesitado de corriente eléctrica para echar una buena siesta.
Siempre ganaba la película de romanos. Apenas hablaron entre sí; no tardó en comenzar la sesión; así que salió el león de la metro rugiendo, le saludaron nuestros amigos con sendos bostezos, y entre bostezos ... - esta vez la película parecía interesante , pues los rugidos de los leones comenzaron de inmediato a oírse a pares desde el salón - .Regresé de nuevo con una bandeja, llevándoles los cafés y unas pastitas.
Viendo como iba la cosa, dejé la bandeja encima de la mesa del salón, y les cerré la puerta al salir .
- ! Marise, que estamos esperando por ti ¡ , ¿ vienes o no vienes ? - llamaba mi madre desde la cocina.
Fuera se oyó de nuevo un largo y sonoro mugido de la vaca de los de la labrada.Y yo me pregunté: ¿ si es que la vaca quería tomar también un café y unas pastitas en la cocina, de tertulia con las mujeres; o estaba alarmada por los rugidos de las siesta de los que quedaban en el salón ? .
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lunes, 29 de octubre de 2012
La abuela de los de la labrada 3
lunes, 22 de octubre de 2012
El erizo 2
Mi tio *, el erizo es cojo, desde el tiempo en que perdió una pierna en un accidente de moto. Cuando fuera el accidente, mi abuelo, que en paz descanse, lo llevó a una clinica de la coruña* de aquellas no había sanidad publica; habló con el cirujano, y llegó a ofrecerle cartones de güinston gratis, para él y toda la clinica, para que hicieran todo lo posible para arreglarle la pierna. Pero mi tio había tenido la desgracia de esmagar de nuevo la pierna triturada, que llevaba escayolada de un accidente de moto anterior; era vicio que tenía de joven con las motos. Mi tio, cuando cuenta lo del accidente siempre bromea diciendo " si hubiera llevado la pierna envuelta en cemento armado..." .
Debajo de una frondosa barba, de la que le viene el mote, mi tio esconde una sonrisa de niño pillo, y solo asoma de su cara una mirada afectuosa que encaramelaba a las mujeres, de tal manera que se derretían por ser abrazado por él.
* Para aclararse, hoy me levanté con un ataque de vagancia y dije: " por lo menos voy mover los dedos" y hasta estoy dispuesta a contar alguna cosilla de más. - El erizo es uno de los del clan de la batea, el otro, cienfuegos, es el hermano mayor y mi madre, "la madrina" es la pequeña. Que el erizo es el mejor piloto de planeadora de las rias bajas, es un secreto a voces, porque aunque le falte una pierna, con su cadera sentada sobre la piena ortopedica, se las arregla increiblemente para conservar el equilibrió. Y por mucho que dé vueltas el oleaje, donde otros marinos se marean y acaban cayendo, él es capaz de mantenerse en equilibrio. Pero mi tio jamás ha sido pillado encima de alguna planeadora, a pesar de haber sido vigilado y acosado por la guardía civil, lo más que se le tiene visto es en alguna barca para pasear a la virgen, por la ria , en el día de la patrona de los marineros. Esta tarde habían estado juntos, incluido el erizo, trabajando en el astillero que tenían escondido por la arboleda, en el comienzo de la ria. Cuando llegó el furgo a recogerlos, el herrero, que parecía un cangrejo ermitaño, con su brazo derecho de popeye de golpear en el yunque, señalaba con el dedo de su abultada mano a la embarcación sumergible que estaban rematando de construir. Y después de instalar los motores, explicaba como habían montado, para entrar a la embarcación, dos escotillas en el techo, una para las personas y otra más grande para introducir la mercancia en un compartimento estanco que podría ser inundado, por estar separado de la tripulación. Al terminar el herrero, la rusa y los de la batea, aprovechando la llegada del furgo, empezaron a deliberar sobre quien sería el intrepido navegante que pilotaría la embarcación, hasta que finalmente llegaron a la conclusión de que el sisa sería la persona idonea. Los lectores, hasta aquí, se habrán percatado que el sisa era una especie de cobaya que participaba en todos los experimentos que se nos ocurrían. Si alguien era la persona idonea para señalar en la pasteleria con el dedo en el interior de la vitrina, diciendo: - ¡ hay una mosca muerta en la nata! - , y después salir corriendo perseguido por la pastelera, esa persona era el sisa. Nosotros quedabamos escondidos mirando cuanto tiempo tardaba la pastelera en pillarlo y darle un tirón de orejas. El sisa cada dia corría más.
Si alguien era la persona idonea para pilotar una carrilana* coche de manera, cuesta abajo, para despues caer al mar en el puerto y casi ahogarse por el golpe recibido, al caerle encima la carrilana en el agua, era el sisa. - Menos mal, que de aquellas el erizo aun tenía dos piernas para nadar y lo salvó de ahogarse - . Si alguien tenía que tirarse, con un paraguas como improvisado paracaidas, desde un tejado, " despues de ver volar una estirada con un paraguas en una pelicula para niños " esa persona era el sisa. - Menos mal que no fue de un tejado, sino de un manzano, y todo quedó en un buena culada `para todos. A los demás nos dieron una buena azotaina para contentarnos y nos dolió igual, o parecido. Y, el sisa iba ser el grumete que capitanearia el submarino de nuestros intrepidos armadores.
Al llegar el anochecer , nuestros amigos ocultaron su trabajo con unas telas de camuflaje; - aunque el mejor camuflaje eran ellos mismos, porque la gente se procuraba: ni ver, ni oir, ni saber, lo que hacían los de la batea y sus amistades. Fue entonces cuando el erizo convenció al herrero de que le dejara la moto y que bajara con los demás, en la camioneta del furgo. Mientras ellos quedaban recogiendo aún cosas, el erizo se fue marchando en la moto hasta el local de la sagrado, donde se reunirían para tomar algo todos juntos; antes de llegar al destino en moto, en el camino del rio, se encontró a cinco vacas, capitaneadas por la vaca de los de la labrada, que estaban bloqueando la carretera comarcal. Las vacas venian de pastar y de abrevar en el arroyo, de regreso a sus establos, cuando se habían encontrado con la guardia civil que andaba patrullando, – últimamente estaban amoscados por la escasez de noticias de nuestros amigos, lo que relacionaban con el golpe en el que le habían robado los motores a su planeadora, además de romperles los aparejos de pesca, mientras patrullaban por la ria -, y no se sabía quien había dado el alto a quien. Al verlos, el erizo paró la moto donde estaban los guardias, para decirle al conductor de la patrulla que no le diera bocinazos a las vacas, porque con la vaca rubia y sorda, de los de la labrada, en vez de conseguir que las vacas se moviesen, no iban hacer más que empeorar la situación. Cuando puso el pie en tierra y el erizo iba sacar el bastón que utilizaba para apoyarse, entonces los agentes de la guardia civil , uno extremeño y otro de albacete, que no habían entendido ni papa, con el acento cerrado que les habló el erizo, se le echaron encima tirandolo al suelo, donde lo aporrearon debidamente hasta que dejó de dar gritos y lo esposaron, porque habían creido que el erizo les iba atacar con un sable samurai. Al llegar marcelino con el coche de atestados, que había sido llamado para hacer el informe, cuando recogían el arma descubrieron el error, y entonces comenzaron a deshacerse en disculpas. Entonces, el erizo, magullado, mientras lo levantaban y le quitaban las esposas, viendoles tan cordiales y serviciales, aprovechó para pedirles que le acercaran a la cantina de la sagrado a lo que accedieron gustosamente invitandole a unas rondas para congraciarse con el detenido.
Y así fue : - ¡ Otra ronda, que paga la guardía civil! - gritaba el erizo, mientras todos los presentes le coreaban : - ¡ viva el erizo y la benemerita!.
lunes, 15 de octubre de 2012
Seguimos contando 1
Los puestos se organizan a lo largo del paseo del río, bajo la sombra de unos plataneros que custodian sus márgenes y dan sombra al caminante durante su recorrido.
A uno y otro lado del puesto se movían las vendedoras. Eran madre e hija. En el puesto hay ropa variada de mujeres donde revuelven las clientas apretujadas en busca de su compra. Las vendedoras iban dando voces para atraer la atención de la gente que pasaba por el estrecho camino que había entre los puestos
-¡ A cinco y a dos euros, ahora, a los cinco y a los dos euricos señora !
- ¡ A ver , los tanga de maría, a cinco y a dos euricos la camiseta !
Enfrente, separados por un estrecho espacio, la competencia grita:
- ¡ Venga nena a cinco euros el camisón y el pijama!
- A ver guapas aprovechar ahora !
- Tenéis cosas muy buenas hoy-, se oye una voz más allá.
-Cinco euros la camiseta y a veinticinco euros la chaqueta
-¡ Venga nenas camisetas de temporada !
Los puestos estaban colocados de tal manera que la gente podía caminar como el agua por los meandros del río, coincidiendo al final la entrada con la salida obligando así al caminante a pasar por todos los puestos.
- Un euro un euro un euroooooooooooooooo ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
-¡ Aquí a dos , a dos euricos , Eh chicas aquí, tenéis toallicas
Iban señalando las anunciantes de viva voz los montones de ropa mientras daban sus gritos.
Como en la rama dorada podríase hacer un estudio de las familias de las personas que se reunían para vender en la feria y todo ello solo con sus voces .
Fuera del circuito de los puestos se podía ir caminando bajo una arboleda de plataneros pero los gritos seguían a los transeúntes
-! A ver que vendo barato, eh !
-¡ lo que no hay aquí lo hay allí !
Y los gritos subían al cielo en unísono de un improvisado coro
¡ A dos euricos, todo a dos euricos , solo a dos euricos !
El paseo termina en el puente y después de cruzar se llegaba a la carretera antigua que se dirigía a la coruña.
Y mientras esperaba a que llegase mi madre de hacer el recorrido de los puestos, llegue a esa consciencia momentánea, que nos despierta haciéndonos algo aparte sobre todas las cosas con las que vivimos, y me dí cuenta que toda la historia empezó cuando tuve un buen final.
Ya se sabía la noticia de los altavoces de la iglesia y las sospechas iban en varios direcciones, algunas contrarias. Era como un juego de apuestas, donde el premio era el ser oído en las tertulias.
Pero la noticia más popular de las que circularon ese día, compitiendo con chascarrillos picantes.
La vaca de los de la labrada, sorda y teimuda * testaruda , no había manera de conseguir que dejara acercarse ningún toro, por muy semental que fuera. porque la vaca era tan bruta que a los ojos de los profanos diríase que ella misma parecía un buey .
La vaca podría competir con los bueyes de tiro a llevar carga, a tirar de las raíces de los troncos, o a arrastrar troncos con el buey más pintado. Pero esos concursos eran muy cerrados y machistas, y para nada querían sus machistas patrocinadores dejar participar a una vaca a pesar de que los bueyes fueran toros castrados.
El abuelo de los de la labrada decidido a tener una buena descendencia de su animalito, después de fracasar con el intento de que la montara un semental, porque los toros, acostumbrados a llevar una vida apacible de comer y sembrar su semilla se arrinconaban horrorizados en el corral, llamó al veterinario para inseminarla, pero la vaca al levantarle este el rabo para meterle el tubito le arreó una patada con su pierna trasera ... " mismísimos"
martes, 9 de octubre de 2012
El encierro, en el ayuntamiento, de marise
martes, 2 de octubre de 2012
el vuelo de arcadia 26
Luego el cura le enseñó un pequeño mícrofono que habían dejado instalado, y dandole unos golpecitos con el dedo, los golpes repiquetearon en toda la iglesia.
por el oido derecho escuchaba la apenas audible, biseante, conversación de la tia la rica, con san antonio:
Por su oido izquierdo arcadia seguía la conversacione con san antonio de la señora que había recogido el bolso encontrado: