Es jueves y es día de feria en el pueblo.
Los puestos se organizan a lo largo del paseo
del río, bajo la sombra de unos plataneros que custodian sus márgenes y dan
sombra al caminante durante su recorrido.
A uno y otro lado del puesto se movían las
vendedoras. Eran madre e hija. En el puesto hay ropa variada de mujeres donde
revuelven las clientas apretujadas en busca de su compra. Las vendedoras iban
dando voces para atraer la atención de la gente que pasaba por el estrecho
camino que había entre los puestos
-¡ A cinco y a dos euros, ahora, a los cinco
y a los dos euricos señora !
- ¡ A ver , los tanga de maría, a cinco y a
dos euricos la camiseta !
Enfrente, separados por un estrecho espacio, la competencia grita:
- ¡ Venga nena a cinco euros el camisón y el
pijama!
- A ver guapas aprovechar ahora !
- Tenéis cosas muy buenas hoy-, se oye una
voz más allá.
-Cinco euros la camiseta y a veinticinco
euros la chaqueta
-¡ Venga nenas camisetas de temporada !
Los puestos estaban colocados de tal manera
que la gente podía caminar como el agua por los meandros del río, coincidiendo
al final la entrada con la salida obligando así al caminante a pasar por todos
los puestos.
- Un euro un euro un euroooooooooooooooo
ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
-¡ Aquí a dos , a dos euricos , Eh chicas
aquí, tenéis toallicas
Iban señalando las anunciantes de viva voz
los montones de ropa mientras daban sus gritos.
Como en la rama dorada podríase hacer un
estudio de las familias de las personas que se reunían para vender en la feria
y todo ello solo con sus voces .
Fuera del circuito de los puestos se podía ir
caminando bajo una arboleda de plataneros pero los gritos seguían a los transeúntes
-! A ver que vendo barato, eh !
-¡ lo que no hay aquí lo hay allí !
Y los gritos subían al cielo en unísono de un
improvisado coro
¡ A dos euricos, todo a dos euricos , solo a
dos euricos !
El paseo termina en el puente y después de
cruzar se llegaba a la carretera antigua que se dirigía a la coruña.
Y mientras esperaba a que llegase mi madre de
hacer el recorrido de los puestos, llegue a esa consciencia momentánea, que nos
despierta haciéndonos algo aparte sobre todas las cosas con las que vivimos, y
me dí cuenta que toda la historia empezó cuando tuve un buen final.
Ya se sabía la noticia de los altavoces de la
iglesia y las sospechas iban en varios direcciones, algunas contrarias. Era
como un juego de apuestas, donde el premio era el ser oído en las tertulias.
Pero la noticia más popular de las que
circularon ese día, compitiendo con chascarrillos picantes.
La vaca de los de la labrada, sorda y teimuda
* testaruda , no había manera de conseguir que dejara acercarse ningún toro,
por muy semental que fuera. porque la vaca era tan bruta que a los ojos de los
profanos diríase que ella misma parecía un buey .
La vaca podría competir con los bueyes de
tiro a llevar carga, a tirar de las raíces de los troncos, o a arrastrar
troncos con el buey más pintado. Pero esos concursos eran muy cerrados y
machistas, y para nada querían sus machistas patrocinadores dejar participar a
una vaca a pesar de que los bueyes fueran toros castrados.
El abuelo de los de la labrada decidido a
tener una buena descendencia de su animalito, después de fracasar con el
intento de que la montara un semental, porque los toros, acostumbrados a llevar
una vida apacible de comer y sembrar su semilla se arrinconaban horrorizados en
el corral, llamó al veterinario para inseminarla, pero la vaca al levantarle
este el rabo para meterle el tubito le arreó una patada con su pierna trasera
... " mismísimos"
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