martes, 21 de junio de 2011

Seguimos con Quasimodo 6º

Por la ventana de mi habitacion se ve la huerta de la parte posterior de la casa de mis padres, y un pequeño terreno con sus árboles donde tenemos kiwis, castaños, nogales, cerezos, y un montón de pajaros que hacen sus nidos entre sus ramas. Próximo a un portón herrumbroso, por el que se entra por la parte de atras a la casa y a la huerta, hay una vieja y enorme higuera. Habra que podar la higuera, por que ya no llegamos a los higos de arriba. Mi padre dice que la dejemos por que mientras los pajaros coman los higos de arriba no comen otra cosa.
En la huerta mi madre echa las patatas, y mi padre se pasa las tardes cultivando y regando sus lechugas, pimientos, puerros, tomates...
Me viene ahora a la memoria cuando mi profesora en el colegio me dió unas pipas y planté un girasol. El girasol nació y creció en su vasito de yogur, hasta que por su tamaño, lo trasladamos a la huerta, y veia desde la habitación como a lo largo del dia, desde naciente hasta poniente, giraba su enorme flor persiguiendo la luz y el calor del sol .
Ver, ver, no se veia como giraba, pero yo a base de tanto mirar decía – ¿ Viste, como se movió el girasol ? - y respondía a la sonrisa de incredulidad de mi madre – Si que lo vi, mama; parecía quieto, y dió como un saltito -
En el verano las golondrinas hacen sus nidos debajo del alar del tejado. A primera hora de la mañana se dirigen al rio, para hacer surcos en el agua con sus picos; y suben con una especie de bolitas de ungrudo de barro, con las que trabajan sus nidos debajo del alar del tejado. A veces se quedaban como pegadas en la pared , largo tiempo, para después volver de nuevo a lanzarse en el aire. Parecia que estaban durmiendo y yo me preguntaba:
- ¿ Con que sueñan las golondrinas, marise ?.-
A lo lejos se ve el trayecto del rio, entre campos de maiz y trigo, que transcurre abrazado por la sombra de las ramas de los arboles: chopos, sauces, alisos ... que lo protegian de los calores del sol del verano, reservandose pàra ellos la humedad del rio. El rio y su escolta de arboles cruza el paisaje, haciendo curvas, como una serpiente, hasta perderse en la lejania ocultandose en un los bosques que crecen entre montañas.
Tambien se ve la casa de los de la labrada. Los de la labrada son una de familia de agricultores que a base de sudor convirtieron un pedregal que no queria nadie, en unos terrenos que anda detras todo el mundo para urbanizar.
Son de esa gente, tan simple como tan noble que dan buenas lecciones a los demás. Se cuenta de ellos, que un dia había ido el alcalde con un contratista a casa de los de la labrada para proponerles una opcion ventajosa, en la que iban a recalificar, sus tierras de rustico a urbanizable, si llegaban a acuerdo para repartirse los beneficios de la revalorizacion y venta de los terrenos.
El viejo de los de la labrada, dando un fuerte bastonazo, golpeo con el bastón encima de la mesa y preguntando :
- ... por que si aquí no venía la gente a tomar un vaso de vino, ¿ a ver a que venían ? -
sentenció:
- ¡ Aqui no se vende nada !

continuara

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