martes, 22 de enero de 2013

el piano 15



En dirección al ayuntamiento, cuando van por  el paseo del rio, Marise decide descansar y  se sienta bajo un viejo tilo que da sombra a los caminantes. El perro la imita, y mientras marise esparrama sus abundantes posaderas en la piedra que le sirve de banco, el perro pega su piel en la carretera, ahuecandose nuevamente, pareciendo una alfombra raida a sus pies.
Marise saca de su bolso un teléfono de bolsillo dorado. Marca un número, el número corresponde al teléfono del  ayuntamiento de su pueblo, y espera a que haya señal desde el otro lado; su intención es acercarse con el perro y ver a quasimodo.

Al oír que se descuelga el teléfono, al otro lado de la linea, espera unos segundos y como no tiene respuesta pregunta: 
 
Marise : - ¿ Es el ayuntamiento ?.
Voz : - No. Soy el conserje.
Marise : - ¿ Me puede poner con protección animal ?
Conserje: - ¿ Por qué; le persigue alguna alimaña ?
Marise : - No. Es porque encontré un perro perdido.
Conserje : - Pues aquí no lo perdió nadie, que me hubieran mandado a mi ir a buscarlo.
Marise : - No digo que sea de uds, es que lo encontré en la calle y quería entregarlo para que alguien se haga cargo del.
Conserje: - Pero el ayuntamiento está lleno de perros y gatos.
Marise: - Ya, pero este ha sido encontrado y quería llevarlo a la perrera.
Conserje : - Voy a tratar de pasarle desde aquí a ver si le pueden atender alguien .
Marise: - Gracias.

Se hace el silencio y empieza a sonar una melodía de espera. Es un conocido adagio que suena como si fuera tocado con un dedo sobre un piano de juguete comprado en una tienda de todo a cien.

Otra voz: - ! Diga ¡.
Marise: - Buenas, es que he encontrado un perro y quería que me lo recogieran en el ayuntamiento.
Voz : - ¿Donde lo encontró ?
Marise ( piensa en decir que cerca de su casa y explicar sus señas, pero como es sobrademente conocida cambia de opinión ): - Estaba en la carretera, cerca del desvió a la casa de los de la labrada.
voz : - Esa carretera es de la diputación es allí donde tiene que llamar para que se hagan cargo ellos del perro. 
Marise: - No estaba mismamente en la carretera; sobresalía de ella, y me parece que eso corresponde al ayuntamiento.
Voz ( contrariada con la respuesta de marise ) : - Voy a pasarle a otra dependencia a ver si le pueden atender allí. 
 
Se hace el silencio de nuevo en el teléfono y nuevamente comienza la misma melodía. Marise,  mientras escucha,  piensa en alguien con una toalla a la cabeza tocando el pianillo de juguete. 
 
Otra voz: ( está vez la voz suena joven y amable ) :  - ¿ Diga ?
Marise:- Es que he encontrado un perro perdido...
Voz ( le interrumpe ) : - ¿ Esta ud segura ?. Antes debería aclarar su situación porque tenemos un modelo diferente para cada caso
Marise ( sorprendida ): - ¿ A que se refiere?
Voz : - ¿ El perro está perdido, abandonado, o extraviado ?
Marise: - ¿ Y como distingo eso ?
Voz : - Por la mirada,
Marise ( después de mirar al perro ) : - Para mi que está perdido.
Voz : - Aja, ¿ y el perro se perdió el o lo extravió su dueño ?.
Marise ( después de ver la mirada del perro ) : - Para mi que el esta extraviado.
Voz : - Señorita, ha pensado ud que podríamos estar impidiendo al perro que encuentre su camino de regreso a casa.
Marise ( con voz de sorpresa ) : - ! No ¡.
Voz : - El dueño pudiera no estar muy conforme con le pusiera una cuerda al cuello al animal y que lo traiga al ayuntamiento para que lo recojamos; el animal así no tiene posibilidad de encontrar el camino de nuevo y poder regresar a su casa.
Marise ( perpleja ) : - ! Ah … ¡
Voz (continua, aprovechándose de la perplejidad de marise) : - Incluso a pesar de sus buenas intenciones le podrían denunciar a ud por secuestro y maltrato animal por habernos traído el perro aquí .
Marise ( queda muda )
Voz ( al no oir a la persona con la que hablaba termina la conversación diciendo ) : - Mejor es que suelte al perro

Se hace el silencio en el teléfono y comienza de nuevo la musiquilla. Ahora marise se imagina a la misma persona tocando el teclado eléctrico, y decide tirarle por la toalla que se enrosca en su cuello axfisiandole.
 
Conserje ( recoge la llamada perdida en la centralita ) : - ¿ Diga ?
Marise : - Tengo un perro extraviado ...
Conserje : - ¿ Sigue ud ahí ?
Marise ( insiste ) : - ¿ Y que hago yo con el perro ?
Conserje: - Mejor es que suelte el perro y sino pruebe ud mañana.

Teléfono : - !Clic ¡.



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