lunes, 15 de julio de 2024

Sueños de la noche


 

En el pintoresco barrio antiguo de la ciudad, las fachadas de las tiendas están adornadas con detalles arquitectónicos tradicionales y los edificios históricos entrelazan encanto y misterio, guardando las historias interiores de generaciones pasadas.
 Asoman a la calle empedrada balcones de hierro forjado, colgando de ellos sus macetas repletas de coloridas flores, que dan al barrio antiguo un nostálgico toque de belleza urbana,
en la ciudad de cemento. A medida que caminas por la calle estrecha, una variedad de tiendas boutique exhiben con mimo su selección de artículos, desde ropa de diseño hasta joyería artesanal y objetos decorativos únicos, en el interior de sus elegantes escaparates modernista.
La calle de piedra desemboca en una  plaza adoquinada rebosante de vida y encanto. Los soportales de estilo tradicional rodean la plaza, para ofrecer sombra y protección contra el sol a los transeúntes que pasean bajo sus elegantes arcos de piedra. Las terrazas de los cafés y restaurantes se extienden a lo largo de los soportales, invitando a los visitantes a sentarse y disfrutar de un café o una copa al aire libre, relajados. Las mesas de mármol pulido están decoradas con coloridas sombrillas y el murmullo de conversaciones animadas y risas alegres llena el aire, mezclándose con el aroma tentador del café recién hecho y las delicias culinarias que se sirven en los establecimientos cercanos.

Los lugareños y turistas se reúnen en la plaza para disfrutar de la animada atmósfera y observar el bullicio de la vida cotidiana que se desarrolla a su alrededor. El sol brilla sobre las fachadas coloridas de los edificios circundantes y crea en ellas un juego de luces y sombras que realza la belleza del lugar, mientras la música suave flota en el ambiente, añadiendo una pizca de sofisticación a la escena urbana.
Cuando la noche cae y la plaza queda desierta, un silencio profundo y sereno envuelve el lugar, como si la ciudad entera estuviera suspendida en una quietud etérea. Los faroles antiguos proyectan sombras y luces alargadas,
dando vida a los sueños de las estructuras de piedra y madera sobre los adoquines y el agua espejada, vertida en el suelo unos instantes antes para refrescar el ambiente.

Unos pasos se oyen.  

En la plaza, el primero en aparecer es Juan, un joven de familia adinerada con una educación privilegiada. Después de haber estudiado en las mejores escuelas y universidades, ha demostrado ser un emprendedor nato.Viene corriendo para que no le atrape Alejandro, que le persigue después de haberle gastado una broma en la calle dándole un empujón. Alejandro, con su característico flequillo alborotado. Ambicioso y con grandes metas para su carrera profesional, planea seguir los pasos de su padre en el mundo de los negocios, quien es un líder empresarial reconocido. Javier interrumpe a sus amigos gritándoles que bajen la voz para no despertar a nadie; proviene de una familia influyente y poderosa, con habilidades excepcionales para la comunicación y la negociación. Su familia espera que siga sus pasos en el mundo de la política y alcance cargos importantes en el gobierno.

A pocos pasos detrás de ellos vienen León y Sofía, abrazados por la cintura. Son novios y se comprometieron recientemente. León es una joven de familia bien establecida que creció rodeada de comodidades y oportunidades educativas. Destaca por sus habilidades excepcionales en campos como el diseño gráfico y la moda, mostrando un estilo único y originalidad. Su familia confía en que logrará alcanzar el éxito en el mundo del arte o los negocios gracias a su determinación y pasión por lo que hace. Por otro lado, Sofía es una joven de familia adinerada con un futuro brillante por delante, decidida a cumplir con las altas expectativas que recaen sobre ella.

Todos ellos vienen de haber estado celebrando un cumpleaños tomando unas copas, pero ahora todo está cerrado y la noche avanza.

Juan: ¡Mira, aquí está durmiendo en el cajero automático. Como os dije! ¿Qué os parece si le gastamos una broma?

Alejandro: ¡Sí, sería divertido! Vamos a ver qué podemos hacer para sorprenderlo.
Los jóvenes se acercan sigilosamente al cajero automático de la plaza. A través de la puerta de cristal se ve en su interior, cubierto por unos cartones para protegerse del frío de la noche, un hombre que duerme.
Javier: ¡Vamos a abrir la puerta del cajero y asustarlo! Seguro que se lleva un buen susto.
Con cuidado, uno de los jóvenes abre la puerta del cajero automático.
Alejandro: ¿Disculpe, señor. ¿por qué duerme aquí en el cajero automático?
Pero el hombre no les hace caso y continua su sueño, refugiado bajo los cartones.

Entonces uno de los jóvenes decide ir más haya en la broma y con un mechero prende fuego en el cartón.
Los cartones comienzan a arder rápidamente. El fuego crepitante iluminó la acera donde estaba el cajero automático con un resplandor naranja y el humo denso llenó su interior.
Con la algarada de los jóvenes, algunos vecinos insomnes asoman a la calle para ver alarmados lo que ocurre en la plaza. Desde la distancia observan lo que ocurre en el cajero y temen lo peor, que el fuego se propagase a los edificios del barrio. Aunque algunos se alegran que con ello desaparezca la nota discordante, del hombre pidiendo todas las mañanas en la plaza.
Pero ven que la puerta del cajero se abre y el hombre sale tosiendo
El humo denso y el calor sofocante lo despertaron de su profundo sueño, y al abrir los ojos se encontró en el interior del cajero envuelto en llamas y lleno de asfixiante humo. La puerta estaba atascada por el calor y la presión del fuego pero finalmente, latiendo con fuerza su corazón y la mente nublada por el pánico, haciendo un esfuerzo desesperado, logró empujarla lo suficiente para  romper el cristal de la puerta y salir a la plaza entre toses y jadeos.
Los jóvenes se ríen y lo insultan pero echan a correr al ver entrar en la plaza, con sus luces destellantes, el coche de la policía local. Con ellos también desaparece el hombre del cajero.

Sin su sitio habitual donde se refugiaba de la noche, abrigado para dormir, Misero decidió bajar al rio y pasar esa noche bajo los arcos del puente del ferrocarril, donde duerme otra gente abandonada por la suerte como él. Al llegar al rio vio que un grupo de pobres habían hecho una hoguera y se calentaban alrededor del humeante fuego.
Se acerco allí, y preguntó si podía arrimarse a calentarse. Le hicieron sitió y le invitaron a sentarse con ellos, junto al fuego encendido bajo el arco del puente.
El crepitar del fuego y el suave murmullo del río cercano se entrelazaban en una sonata tranquila
En el circulo, en medio de la obscuridad de la noche, sentados alrededor de la hoguera improvisada para pasar la fría noche que los rodeaba, las llamas danzantes iluminaban los rostros cansados de dos indigentes, desahuciados, sin familia ni hogar, que decidieron unir sus destinos para siempre.
Salvador, un hombre humilde venido a menos y Luzdivina, una mujer desagarbada de pelo canoso, y sin apenas dientes en la boca. Ambos sin techos se habían conocido en la calle, y habían decidido unirse en matrimonio, pero estuvieron buscando en vano a un cura que pudiera bendecir su unión
Cuando Misero, se ofreció a casarlos, el fuego de la hoguera, en el que se arremolinaba la pequeña audiencia de los pobres que pasaban esa noche bajo el puente, pareció suspenderse en el aire.
 Los dos pobres se miraron y aceptaron sin dudarlo.
Misero preguntó solemnemente a Salvador si aceptaba a Luzdivina como su legítima esposa:
Salvador tomó la mano de Luzdivina y con voz firme, llena de emoción, respondió afirmativamente, prometiendo amarla y respetarla todos los días de su vida, en las buenas y en las malas.
Luego, se dirigió a Luzdivina y le preguntó si aceptaba a Salvador como su esposo.
Luzdivina devolvió a Salvador la mirada con ojos brillantes de emoción y gratitud, y respondió con un rotundo si, ser su compañera fiel y apoyarlo en el tiempo que estuvieran juntos.

Cuando Misero los declaró marido y mujer. Los enamorados se besaron felices por su unión, entonces como si se escuchasen las notas del órgano de una catedral de hierro y hormigón, el viento nocturno comenzó a susurrar suavemente entre los arcos de cemento del puente, y la noche bendijo la unión con su aliento fresco y reconfortante de la noche estrellada.
 Y todos los que estaban allí empezaron a aplaudir.
 Uno de los mendigos que estaba junto a la hoguera empezó a hacer malabares y a realizar acrobacias para entretener a los presentes.
Al principio, todos se quedaron perplejos por sus habilidades , pero pronto las risas y la alegría llenaron el ambiente.
Cuando el malabarista terminó su espectáculo comenzó a actuar un títere: no tenía maleta pero si el asa donde colgaba la maleta imaginaria, y empezó a mover la invisible maleta en el aire sin que está se quisiera mover ni ir a ninguna parte.
Al acabar el títere se levantaron unos payasos que hacían sus números por la calle, y empezaron a hacer reír con sus bromas y trucos cómicos. Incluso invitaron a los novios a participar en algunos juegos divertidos.
A medida que avanzaba la fiesta, los payasos sorprendieron a todos al sacar una enorme tarta de yogures y frutas recogidos de la basura de un supermercado, decorada con bengalas artificiales, encontradas en algún cubo de la basura.. La tarta era tan extravagante y colorida que parecía sacada de un cuento de hadas. Los novios se miraron emocionados y cortaron juntos la tarta, invitando a todos los presentes.
En ese momento Misero pidió a algunos de los presentes que le acompañase
"¡Venid conmigo, tengo algo que mostraros!". Intrigados, algunos mendigos lo siguieron mientras se dirigía hacia el pozo de una antigua fundición cercana, abandonada. 
Al llegar al pozo, Misero miró a sus acompañantes con una sonrisa misteriosa y les dijo: "He escuchado historias sobre un milagro extraordinario que ocurrió aquí hace años. Dicen que un hombre santo convirtió el agua sucia en vino durante una fiesta popular. ¿Os gustaría comprobarlo juntos?".
Los presentes se miraron entre ellos con asombro y curiosidad, sin poder creer lo que estaban escuchando. Uno de ellos preguntó incrédulo: "¿De verdad crees que podemos presenciar un milagro como ese?". Misero asintió con determinación y respondió: "Nunca se sabe qué sorpresas nos depara la vida. ¡Vamos a intentarlo!".
Con cautela, se acercaron al pozo y observaron el agua turbia y estancada en su interior. Misero cerró los ojos por un momento, concentrándose en sus pensamientos, y luego pronunció unas palabras en voz baja. De repente, ante los ojos atónitos de todos, como en las historias antiguas, el agua comenzó a brillar y a cambiar de color hasta convertirse en un líquido rojizo brillante.
Los presentes no podían creer lo que veían y exclamaron emocionados: "¡Es vino! ¡Ha ocurrido un milagro!".
Regresaron con garrafas de plástico, recogidas por el lugar, para llenarlas de vino, y todos los presentes brindaron alrededor de la hoguera, con el vino convertido del agua sucia del pozo de la fundición, y mientras brindaban empezaron a cantar, celebrando con amor la vida y la posibilidad de lo imposible. y cuando cantaban más alto empezó a nublarse y se desató una fuerte tormenta que les obligó a abandonar la hoguera y correr a refugiarse debajo del puente. pero al cabo de un rato de cesar sus cantos paró de llover, el cielo se despejo y se puso una noche muy hermosa.
Y así, en medio de la noche tranquila y serena, consagrados por el destino, Salvador y Luzdivina , comenzaron su viaje juntos en la pobreza.


Todo esto ocurrió mientras las luces y las sombras proyectaban en el cielo de la noche los sueños tristes del cemento y los cristales de la ciudad. La noche en que unos jóvenes quemaron a un indigente en el interior del cajero automático de un banco.



Hilos desechados
Una noche los pobres decidieron canonizar a san Misero. pero entre todos los pobres del mundo no pudieron conseguir el dinero suficiente para iniciar en el vaticano los papeles de su canonización, Al ver que no podían afrontar el caro proceso de su canonización los pobres abandonaron la idea.
San Misero no tiene templo. Su techo es la noche fría y su altar la mesa donde se come juntos todos los días.
No existe ninguna oración para orar a San Misero. Para pedir favores a San Misero basta con pedir el favor y realizar una acción buena por tu prójimo, sin esperar nada a cambio. Si el favor pedido no se produce al cabo de siete días, recuerda que la vida se anda sin mirar para atrás.






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