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Otra noche sin dormir, esta vez mi padre que han detenido a mi madre en una operación contra la droga y pasa la noche declarando en dependencias judiciales.
Que una no merece lo que le pasa ,que es culpable de todo lo que le ocurre y cuando descansa le vienen los males de la familia de penitencia.
En galicia llueve mucho y cuando para de llover es para ver nubes que van de paso a otra parte.
Que ha dejado de llover... las mujeres aprovechan, los hombres ya lo tienen de rigor, con cualquier motivo para salir de casa y dar un paseo y tertuliar, si es el caso, dando noticias y recibiéndolas, de lo que pasa por la vida y los alrededores.
Resumiendo, que con un rayito de sol y aprovechando la presencia de mi padre en casa, mi madre salió a dar un un paseo e ir a comprar a la tienda del pueblo.
Fue abrir la puerta, que la dueña, la sagrado; llamada así por que conocía todos los goles, faltas y cornes, de los párrocos del lugar y entornos, como los hombres se conocen, de pé a pá, las de su equipo de futbol de la liguilla comarcal y hasta regional, o de aquello por lo que les dé saber; que estaba echando la partida a las cartas con tres de los vecinos mejorcitos del lugar, la vio y como quien ve el cielo abierto, le dijo:
- Maria, que me llegas precisamente en el momento oportuno, que te tienes que quedar cinco minutos y echar unas manos por mí, que tengo que echar unas patatas al caldo.- por supuesto que mi madre le dijo que no, con ese sentimiento de que no se puede dejar a una amiga en la estacada.
Osea, todo bien mientras no se entere mi padre, que hete aquí a mi madre echando unas manos de cartas con el pataca, y otros dos vecinos, mientras su amiga se coge de caldero que tenía debajo del mostrador y se va a la huerta de la casa. Las patatas en mi tierra ni saben ni son como las del mercado que allí coges de azadón y vas por ellas directamente a la huerta, y entre dia y medio dia asi son los cinco minutos, por que ya de paso le das de comer a las gallinas, miras los repollos, riegas el vivero...
Mientras tanto en la casa: de repente que se escucharon los primeros gritos y voces en el exterior; en aquel momento se estaba arrastrando ( expresion del juego de cartas ) para desvalijar de triunfos las manos de los compañeros de juego , ( ya se aclarará con las declaraciones efectuadas en el juzgado, como iba la partida, cuantos triunfos quedaban y si se habia fallado o no el as de triunfos y hasta cuantas veces se cantaron las de copas ),
cuando marcelino , el guardia civil, entra el primero en el local y mi madre, que estaba preocupada de no echar triunfos, y echar la carta mas pordiosera, se sobresalta y le dice - ¿qué ocurre ? Y marcelino con un expresivo gesto de la mano que empuñaba la pistola le dice: “ quitate de ahi “
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hostia el cafe,
continuara ...
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