Xil salió regresó de la tierra de los muertos, en medio del
bosque. Apareció como una forma humana, que se perfilaba entre la niebla con la
cabeza entre las manos.
Nuestro amigo no podía ser visto por ningún mortal, pero si podía
verse la luz de fuego que salía por las cuencas vacías del cráneo del
cozorello.
A los que iban en la batida se le pusieron de punta los pelos del cogote, al ver con horror la aparición, con la cabeza entre las manos y la luz de fuego que salía por la cuenca vacía de sus ojos. Entonces, como suele ocurrir en los seres vivos con todas las cosas relacionadas con lo inhumano, les entró el pánico y huyeron escapando por la fraga. Encabezaba la huida despavorida el alcalde, porque al ir en la retaguardia de la batida al dar esta la vuelta echo a correr para no ser atropellada por la estampida.
Sorprendidos por el repentino ruido que se desencadenó, los escoltas que esperaban, fuera de la fraga, en la carretera, encendieron sus focos apuntando para la procedencia del ruido, cegando al cabeza de la desbandada, quien no pudo evitar resbalar y caer rodando por el suelo yendo a parar su cuerpo a los pies de los escoltas, derribándolos como a unos bolos, uno de tras de otro, y acabar son su cabeza y parte de su cuerpo dentro del saco que mantenía abierto el Baltarín en espera de que entrase de cabeza la presa que le habían prometido que aparecería.
Entonces se incorporaron los escoltas y viendo los pies que sobresalían del saco, se abalanzaron y acabaron de meter el cuerpo en el interior.
-! Lo atrapamos en el saco ¡- gritaron a la vez, y empezaron
a dar golpes y patadas al saco hasta que este paró de moverse.
El Baltarin, no dio crédito al éxito de su caza, hasta que aparecieron los demás
y comenzó a recibir felicitaciones; entonces imaginó la cara de satisfacción de
su padre y a pensar lo bien que luciría la cabeza del animal, colgada en la
pared al lado de la chimenea de su casa, empezó a saltar dar dando gritos de júbilo.
Fue entonces cuando Quasimodo, que llevaba puesto un gorro de zarzas y ramas,
de camuflajes se aproximó al bulto tirado en estaba en el suelo y al resultarle
conocidos los zapatos que sobresalían del saco tiró de los pies de la víctima y
dejó destapado al maltrecho y magullado alcalde.
Al ver que el que estaba dentro del saco era el alcalde, el Baltarin se dio de cuenta entonces que se habían estado burlando de él en todo este momento y su cara de satisfacción pasó en el acto de ufano a irascible. Entonces Quasimodo, para proteger a su alcalde se dirigió hacía él, pidiéndole que se calmase, asegurandole que él se encargaría de decirle a la prensa que el cozorello cayó en la trampa como estaba previsto, y que se decidió dejarlo libre por su rareza y para evitar el ser atacados por ecologistas que invadieron la zona; de tal manera que se beneficiase de lo ocurrido, y que en la historia de la cacería a él lo haría alcanzar honra y fama, como los cazadores de la vieja época. Y que por los votos de su padre no se preocupase, que él mismo, con la papeleta en un sobre cerrado, visitaría todas las cocinas de la comarca, y no le iba a faltar ninguno de los votos que necesitaba su padre.
Al oir esto Baltarin, recuperó su buen humor de nuevo, y echando
un brazo por encima del hombro del alcalde, dijo – que ya habían pasado todos,
bastante frio- diciendo que conocía un lugar en la carretera que estaba abierto
a estas horas de la noche, donde convidaba a todos los presentes, a ponerse
calentitos y tomar unas sopas de ajo, con huevos fritos, y una botellas de
vino.
El alcalde del lugar, después de haber estado agonizando políticamente todo el
día, al ver como la jornada pasó de perder su cabeza a poder ganar un escaño en
la diputación de la provincia, o ser parlamentario en el parlamento gallego, o alcanzar
una dirección general de algo, aunque fuera en Baratavia. Decidió también
mostrar su alegría, y agradecimiento por el rescate de su humillante caída y
mirando para los presentes dijo:
-! Quasimodo, no lo dudes, vas a ser cabo de policia municipal ¡
A altas horas de la noche, xil llegó a su casa y se recostó en las escaleras de
piedra. Fue despertado a muy primeras horas de la mañana por su amigo el
panadero, quien después de hacer el pan por la noche y cargarlo en la furgoneta
para hacer el reparto hacía su primera parada en la casa de este. El panadero en un déjà vu se acordó que al
llevarle pan a su vecino y había quedado de llevarle un par de chorizos
preñados, (que se hacen envolviendo un chorizo con masa de pan y cociéndolo en
el horno)
Al verlo recostado se acercó hacía él acercándole una hogaza de pan, aun calentita de salir del horno, para reanimarlo con su aroma y despertarlo, y le dijo, mientras lo zarandeaba para que espabilase:
- ¡A ver langrán que tengo prisa!
¿Dónde está esa copita
de aguardiente de hierba para desayunar?
- ¡Cualquier día te quedas dormido aquí y no va haber quién te despierte!
Y cuando Xil bostezaba desperezándose de su sueño, el panadero
acabó con estas palabras: de decir:
- ! A ver, levántate ya. Sube para arriba. Entra para dentro. Trae dos copas y
baja para abajo ¡* - .
Bueno y llegado el fin de la historia si en vuestras casas hay suegras o
cuñadas y del interior de las botellas de aguardiente, brandy, anís ... , el
licor que contienen, se hace de agua o desaparece misteriosamente, o si se
producen otros casos similares relacionados con el escamoteo de licores
espirituosos, debéis echar la siguiente admonición :
-! Hey Xil ¡
- Xil en griego significa cabrito.
Fin de la historia.
COMENTARIOS
El panadero de esta historia y la gente en general que vive en Galicia (como
ocurre en la lengua que habla este pueblo) , con frecuencia usan
expresiones que confunden por su parquedad y redundancia. Se ha leído
algunos artículos que en las lenguas como el chino y el japones, que prestan
especial atención a la caligrafía, la brevedad de estas expresiones les repugna
y les produce una tremenda ansiedad por eso decidimos incorporarlas con mayor
amplitud:
* Sube para arriba: sube por la escalera de piedra, en las que
dormitabas, hasta la vivienda.
Entra para dentro: abre la puerta y vete a la cocina para coger unas copas
limpias.
Baja para abajo: baja por las escaleras de piedra y vete para la bodega que
traigo unos bollitos preñados para mojar con unas copas de vino.
En esta historia se recogen otros nombres que pusieran ser equivalentes a
cozorello, como gamusinos, biosbardos o jackalope. Peroestos seres, no está
claro que sean la misma especie ni que tengan la misma conducta durante la
noche
Hay palabras como cunca, langran, cozorello que necesariamente deben ser
incorporadas en el diccionario de español para ser comprendida esta historia.
acabado el 09 de mayo del 2011
gracias por seguir la historia
próximamente más marise
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