martes, 24 de septiembre de 2019

el gallinero de la campanera -2melquiades

Pero los gemidos continuaban sin parar.  Melquiades, arrastrándose por debajo de la alambrada, con cuidado de no arañarse bajo el alambre de espino, pasó al otro lado de la finca, y una vez dentro, ahora con cautela, continuó en dirección a la procedencia de las llamadas de auxilio, que le condujeron al gallinero de la campanera.

Al llegar, descubrió que quien pedía ayuda era su archienemigo el zorro, que se había quedado atascado boca arriba, con la cabeza para fuera y asomando solo medio cuerpo, en el hueco que usaba para entrar en el gallinero.

No tardó en comprender lo que había ocurrido: el zorro, amparado en la obscuridad, había entrado por la noche en el gallinero y trás darse el festín, zampando varias gallinas,  se había quedado atascado, con la panza llena, al tratar de salir por el agujero por donde había entrado. Al ver los ojos lastimeros con que le miraba el zorro, comprendió enseguida que a su archienemigo solo le quedaba esperar que lo moliesen a palos, al encontrarlo allí  y descubrir su fechoría, cuando la campanera fuera por la mañana al gallinero. A salvo que ocurriese algún milagro. 

Pero Melquiades le debía una a la campanera y ahora era la ocasión de desquitarse. Así que decidió que iba hacer todo lo posible para socorrer al zorro ayudandole a escaparse. 

mvf.


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