Mira que son curiosas mis amiga y se quieren enterar de todo; y la que más, la nueva, que no para de preguntar por la foto de mi novio, de la que estuve escribiendo el otro día. Ni que una nunca haya tenido novio...
- Que no seas curiosilla, nueva, que un día me voy a soltar a escribir sobre tus camisas que es por lo que te llamamos la nueva que por tus añitos no es ¡eh!
Acabábamos de terminar aquel partido de futbol, contra los de quinto; el que me habían expulsado por pegarme con el defensa del equipo contrario. ¿Por que no se iba apartar? todo el tiempo fastidiándome delante de mis amigas, para que no pudiera tirar a puerta. Yo le dije que se apartara, que una avisa y no es traidora, pero como no me hacía caso, le arreé un tirón de pelos y aclarado.
Y allí al final de aquel partido fue cuando nos hicieron la foto del equipo del colegio.
Yo era la capitana del equipo.
Ah, él es el que esta apartado, que casi no se ve en el equipo.
A mi me daba tanta pena que todo el mundo se metiera con él; y sobre todo que le llamaran Quasimodo, no me hacía ninguna gracia. Así que amenazé a los chicos mayores con darles una buena zurra si se volvían meter con él. Bueno que un día al salir del colegio, en la parada del bus, le cogí de la mano; claro, como él no se atrevía; y ya todo el mundo le dio por llamarme la novia de Quasimodo.
Sus padres lo quitaron del colegio, por que decían que sus amistades no les parecía lo mas convenientes.
Y cuando el marchó a mi me siguieron llamando la novia de Quasimodo.
Porque me gustaba, ¡eh !, que no era lo mismo que a una la llamaran la novia de Quasimodo que la novia de Agapito.
Pero menudas peleas, y que risas echábamos con las zurras que les daba yo a los chicos.
besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario